Guía esencial para elegir el vestido ideal según la ocasión

Elegir entre los distintos tipos de vestidos puede parecer abrumador, pero conocer las opciones disponibles y sus características te permitirá acertar siempre, sin importar el evento o la temporada. Desde el clásico vestido camisero hasta el elegante vestido de gala, cada tipo tiene una función y una personalidad.

Ya sea que busques comodidad para el día a día o un modelo sofisticado para una ocasión especial, los tipos de vestidos ofrecen versatilidad, estilo y expresión personal. En esta guía te mostramos los estilos más populares y cómo combinarlos para que siempre te sientas espectacular.

Tipos de vestidos según su corte

Una de las formas más comunes de clasificar los tipos de vestidos es según su corte, ya que determina cómo se adapta al cuerpo y qué silueta crea. Conocer estos estilos te ayudará a escoger el que mejor se ajuste a tu figura.

Vestido recto

Este tipo de vestido cae de forma vertical sin marcar mucho las curvas. Es ideal para un look minimalista y elegante. Perfecto para ambientes laborales o eventos formales, especialmente si se acompaña con tacones clásicos y un bolso estructurado.

Vestido ajustado o bodycon

El vestido bodycon se ciñe completamente al cuerpo, resaltando la silueta. Es uno de los tipos de vestidos más sensuales y suele usarse en fiestas, citas o eventos nocturnos. Para equilibrar, combínalo con una chaqueta estructurada o accesorios discretos.

Vestido evasé

Conocido también como vestido en forma de A, este tipo se ajusta en la parte superior y se va ampliando hacia el bajo. Favorece a la mayoría de cuerpos y es una opción versátil para el día o la noche.

Tipos de vestidos según la ocasión

Además del corte, la ocasión para la que se usa un vestido influye mucho en el estilo que se elige. Los tipos de vestidos se adaptan fácilmente a contextos específicos, desde los más informales hasta los más ceremoniosos.

Vestidos casuales

Los vestidos casuales son ideales para el día a día, ya sea para ir al trabajo, salir a pasear o disfrutar de un plan relajado con amigas. Se caracterizan por ser cómodos, funcionales y adaptarse fácilmente a distintos estilos de vida. Hay muchas opciones: vestidos camiseros, tipo camiseta, de tirantes, con botones, estampados florales o lisos en tonos neutros.

A la hora de combinar vestidos casuales, el calzado marca la diferencia: zapatillas blancas para un look desenfadado, botines para un toque urbano o sandalias planas para el verano. Añade una chaqueta vaquera o de cuero, según la temporada, y complementa con bolsos tipo tote o bandolera. El maquillaje puede ser más natural, y los accesorios minimalistas son perfectos para mantener el estilo sin recargar.

Vestidos de fiesta

Los vestidos de fiesta son una categoría más versátil que los de gala, y se adaptan a una variedad de eventos como cumpleaños, cenas, cócteles o celebraciones familiares, pensados para eventos nocturnos o celebraciones, estos tipos de vestidos destacan por sus tejidos brillantes, cortes asimétricos o espaldas descubiertas.

 Telas como el satén, la seda o el tul son comunes en estos modelos, así como los detalles en lentejuelas o encaje. Existen varios tipos de vestidos de fiesta: los tipo cóctel, midi, de lentejuelas, con encaje, estilo boho o con volantes, entre otros. La elección ideal dependerá de la formalidad del evento, la temporada.

Los vestidos cóctel, por ejemplo, suelen tener largo hasta la rodilla y son perfectos para celebraciones semi-formales. Para un look más atrevido, los vestidos de lentejuelas o con brillos son perfectos para la noche. Si buscas algo romántico, opta por vestidos con encaje o volantes. Para un estilo relajado pero elegante, los vestidos boho con estampados o tejidos fluidos son una excelente opción.

Combina tu vestido de fiesta con accesorios que potencien el estilo: sandalias de tacón para estilizar, pendientes largos para alargar el cuello o bolsos pequeños tipo clutch. No olvides que el peinado y el maquillaje deben estar en sintonía con el vestido: ondas suaves para un look bohemio, moños elegantes para algo más clásico o labios rojos para un efecto impactante.

Vestidos de gala

Los más sofisticados de todos. Estos tipos de vestidos suelen tener largos hasta el suelo, cortes elegantes y materiales lujosos. 

Los vestidos de gala son ideales para eventos formales como bodas, galas benéficas o celebraciones de etiqueta. Al seleccionar un vestido de gala, ten en cuenta tanto tu tipo de cuerpo como el tipo de evento. Los vestidos largos con caída elegante, escotes sutiles y tejidos como la seda, el satén o el tul aportan sofisticación al instante.

No olvides que un vestido de gala se complementa con los accesorios adecuados: unos zapatos de tacón elegantes, un clutch sofisticado y joyas discretas o llamativas según el look. El peinado y el maquillaje también son claves para crear una imagen de impacto.

Elige con confianza, realza tu esencia y brilla con tu estilo único.

Cómo elegir entre los distintos tipos de vestidos

Seleccionar el vestido adecuado depende de varios factores: tu tipo de cuerpo, la ocasión, la temporada y, por supuesto, tu estilo personal. Conocer los tipos de vestidos más comunes te permitirá tomar decisiones más acertadas.

Considera tu silueta

Por ejemplo, si tienes cuerpo en forma de reloj de arena, puedes optar por vestidos ajustados. Si prefieres disimular caderas, los vestidos evasé o de corte imperio serán tus aliados.

Para cuerpos rectangulares, en los que la cintura no está muy marcada, los vestidos con cinturón, drapeados o cortes evasé crean la ilusión de curvas. Si tu silueta es redondeada, opta por vestidos sueltos pero estructurados, como los tipo wrap o corte imperio, que estilizan sin marcar demasiado.

El cuerpo tipo triángulo invertido (hombros más anchos que caderas) se equilibra con faldas con vuelo y vestidos que atraigan la atención hacia la parte inferior. Aquí, seleccionar el vestido adecuado también implica jugar con colores, texturas y escotes estratégicos.

Consejos extra para seleccionar el vestido adecuado según tu tipo de cuerpo.

No te obsesiones con las etiquetas de talla. La comodidad y el ajuste son clave al seleccionar el vestido adecuado. Prueba diferentes cortes, incluso aquellos que no considerabas al principio. Muchas veces, la sorpresa está en lo inesperado.

Ten en cuenta los tejidos y colores.

Además, ten en cuenta el tejido. Las telas rígidas estructuran, mientras que las fluidas acompañan el movimiento del cuerpo. Elige colores que armonicen con tu tono de piel y no olvides que los accesorios también juegan un papel fundamental.

Los materiales livianos y los tonos neutros funcionan bien para el día, mientras que los colores intensos o metálicos son perfectos para la noche. Cada uno de los tipos de vestidos cobra vida dependiendo de estos detalles.